impresión

La primera impresión abre puertas, la última te vende la casa.

La primera IMPRESIÓN te abre la puerta, la última te la cierra en la cara.

En ventas inmobiliarias hay dos cosas que deciden si tu cliente te compra o te manda a freír espárragos:

PRIMERA IMPRESIÓN: El Puñetazo Inicial

La casa y tú sois un pack. Si al abrir la puerta huele a fritanga o tú pareces salido de una siesta de dos días, ya puedes despedirte de la venta. Los primeros segundos son clave: la casa impecable, tú a punto. Es como una primera cita, si no impactas al principio, no hay segunda oportunidad.

EFECTO DE RECENCIA: El Golpe Final

Después de visitar varias casas, la última es la que se queda en la mente. Haz que sea la joya, la que se recuerde.

Termina cada visita con un golpe de efecto, deja al cliente suspirando por volver a verla, imaginándose viviendo ahí.

Esa última impresión es la que hará que saquen la cartera.

¿Conclusión?

PLANIFICA AMBAS.

Sorprende de entrada y deja huella al salir.

Si no dominas la primera y la última impresión, estás condenado a seguir dando vueltas sin cerrar ventas.

¡A trabajar y que las casas se vendan solas!

¿Tú qué opinas?

¿Te ha pasado alguna vez que la primera impresión te arruinó una venta?

O mejor aún, ¿alguna vez salvaste una por la última?

Cuéntamelo en los comentarios, que quiero leer tus historias.

Y si tienes una técnica secreta para dejar huella en los clientes, ¡compártela! Quizá hasta te robe la idea para mi próximo post 😏.

¡Vamos, que aquí todos aprendemos de todos!

#Ventas #Inmobiliaria #Visitas