El derecho de desistimiento en servicios inmobiliarios: claro, justo y sin presiones
Imagina que contratas un servicio inmobiliario para vender, alquilar o gestionar una propiedad. Todo parece ir bien, pero al poco tiempo te das cuenta de que no estás seguro o, por cualquier motivo, decides que no quieres seguir adelante. Aquí entra el derecho de desistimiento, que te permite salir del acuerdo en 14 días naturales, sin tener que dar explicaciones ni pagar penalizaciones.
Esto no solo es un derecho legal, sino que yo siempre lo incluyo en mis contratos. ¿Por qué? Porque creo que la mejor relación entre un cliente y un profesional inmobiliario se basa en la confianza mutua, no en cláusulas que te atan contra tu voluntad.
Así aplico el derecho de desistimiento en servicios inmobiliarios
Cuando trabajo con clientes, ya sea para vender una casa, gestionar un alquiler o cualquier otro servicio relacionado, dejo todo claro desde el principio:
- Tienes 14 días naturales para desistir del contrato.
Si decides no seguir adelante, no pasa nada. Me lo comunicas por escrito (email, carta, lo que prefieras) y listo. - ¿Pagaste algo por adelantado? Lo recuperas.
Si ya he comenzado a trabajar, ajusto el reembolso proporcionalmente al tiempo o esfuerzo invertido hasta ese momento. Por ejemplo, si ya he hecho visitas a la propiedad, publicado anuncios o creado contenido, eso se descontará del total. Todo claro y sin sorpresas. - ¿Y si firmaste fuera de mi oficina?
Si el contrato se firmó en tu domicilio o por medios a distancia (como email o videollamada), este derecho aplica automáticamente. Incluso, si por algún error no te informé sobre ello, el plazo para desistir se extiende hasta 12 meses y 14 días.
Transparencia inmobiliaria: el camino correcto
Me gusta trabajar con las cosas claras y sin complicaciones. En el sector inmobiliario, sé que hay muchas desconfianzas, y por eso me esfuerzo en garantizar que quien trabaje conmigo lo haga porque realmente lo desea, no porque se sienta obligado por un contrato.
Por eso:
- Siempre incluyo este derecho de desistimiento en mis contratos.
- Explico de manera sencilla cómo puedes ejercerlo.
- Me aseguro de que cualquier gasto o gestión que se haya realizado hasta el momento sea explicado y ajustado de forma justa.
¿Cómo lo gestiono en la práctica?
Ejemplo: estás intentando vender tu casa y decides contratarme para gestionar el proceso. Firmamos un contrato, y yo empiezo a trabajar. En unos días, decides que prefieres otro enfoque o simplemente cambiar de agencia.
- Me notificas tu decisión, y yo lo gestiono sin problemas.
- Si ya he realizado visitas o publicado anuncios, te explico los costes asociados para que todo sea claro.
Al final, ambos sabemos dónde estamos parados, y tú puedes tomar decisiones con tranquilidad.
Conclusión: Confianza, claridad y resultados que hablan por sí solos
El mercado inmobiliario puede ser un laberinto, pero eso no significa que deba ser oscuro ni intimidante. Por eso, en cada contrato incluyo el derecho de desistimiento: para que siempre tengas la opción de dar un paso atrás si lo necesitas, sin presiones ni preocupaciones. Porque aquí no se trata de obligar, sino de acompañar y convencer con hechos, no con ataduras.
Al final, la mejor relación entre un cliente y un profesional no es la que se fuerza con cláusulas, sino la que se construye con confianza y ganas de seguir trabajando juntos.
Y cuando haces las cosas con transparencia, cuidando cada detalle y pensando siempre en el cliente, los premios llegan como un reflejo natural de un trabajo bien hecho. Porque no son solo por volúmenes o captaciones; son el reconocimiento de algo mucho más importante: haber generado confianza en cada paso del camino. 😉
¿Y tú, SABES LO QUE FIRMAS? ¿El contrato que firmaste con tu inmobiliaria te explica claramente que tienes derecho a desistir? Si no lo hace, ya sabes lo que puedes hacer: exigir esa información o incluso ejercer tu derecho aunque haya pasado el plazo habitual, porque LA LEY ESTÁ DE TU LADO.
La transparencia no es un favor, es un DERECHO. 😉
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