¿A qué me dedico?
Si le preguntas a mis hijos, seguramente dirán algo como “mamá ayuda a la gente con casas” o “siempre está hablando por teléfono de cosas importantes”…
Y tienen razón. Más o menos.
Vengo de una familia de abogados, crecí entre leyes, cafés fríos y montañas de papeles. Y aunque llevo poco tiempo en el mundo inmobiliario, sé muy bien lo que hago: ayudar a las personas a tomar decisiones importantes sin perder la cabeza ni el dinero.
Me dedico a encontrar soluciones reales, no excusas.
A resolver líos legales antes de que estallen.
Y a acompañarte en ese proceso —muchas veces estresante— de comprar, vender o alquilar una propiedad, con seguridad y confianza.
Trabajo contigo, por ti y para ti. Porque sé que no hay dos clientes iguales.
Pero también te digo algo: no trabajo con cualquiera.
Tengo la suerte de elegir con quién me involucro.
Si veo que no te puedo ayudar o no estamos en sintonía, seré la primera en decírtelo.
Ni te hago perder el tiempo, ni pierdo el mío.
La transparencia, la dedicación y un toque de creatividad son mis herramientas del día a día.
Y si tienes un lío legal con tu propiedad, antes de que tu cuñado diga:
“Eso lo arreglas con un papelito”…
mejor pregunta a alguien que de verdad sabe lo que hace (y no solo porque vio un vídeo en YouTube).
📩 Escríbeme con un “¿echamos un café?”
Y vemos si podemos hacer equipo.
Y si no soy yo quien puede ayudarte, por lo menos compartimos el café… y le ahorras a tu cuñado otro consejo gratuito.
#TeAsesoroMejorQueTuCuñado

